Muchos tutores compran camas para sus gatos con la ilusión de que se conviertan en su lugar de descanso favorito, solo para descubrir que el gato sigue prefiriendo el sofá, la cama de su humano o incluso una caja de cartón. Los gatos son selectivos con sus lugares de descanso y, si una cama no cumple con sus expectativas, simplemente la ignorarán. Sin embargo, con algunos ajustes y estrategias, puedes hacer que tu gato use su cama con gusto.
¿Por qué los gatos evitan su cama?
Antes de intentar que tu gato use su cama, es importante comprender por qué la ignora. Algunas razones comunes son:
• Ubicación incorrecta: Si la cama está en una zona ruidosa, fría o con mucho tráfico de personas, el gato la evitará.
• Textura o material no atractivo: Algunos gatos prefieren superficies suaves y mullidas, mientras que otros prefieren materiales más firmes.
• Olor desconocido: Un gato puede evitar una cama si huele a algo nuevo o tiene un aroma artificial fuerte.
• Sensación de inseguridad: Si la cama está en un lugar expuesto, el gato puede sentir que no es un refugio seguro.
• Preferencia por otros lugares: Si el gato ya tiene un sitio favorito para dormir, es poco probable que cambie su elección sin una razón convincente.
Cómo hacer que tu gato use su cama
- Coloca la cama en un lugar adecuado
Los gatos eligen lugares estratégicos para dormir, priorizando la seguridad y la comodidad. Algunas ubicaciones recomendadas son:
• Zonas tranquilas y alejadas del ruido. Evita poner la cama cerca de electrodomésticos ruidosos como lavadoras o televisores.
• Cerca de una ventana soleada. A los gatos les encanta dormir al sol.
• Lugares elevados donde se sientan seguros. Si tu gato prefiere descansar en estantes o muebles altos, coloca la cama en uno de esos espacios.
• Rincones cálidos de la casa. Especialmente en invierno, un área cálida es más atractiva.
Si la cama está en un lugar incómodo o con corrientes de aire, es poco probable que el gato la use.
- Asegúrate de que la cama sea cómoda
Cada gato tiene sus preferencias, pero en general, una cama adecuada debe:
• Tener material suave y acogedor. Las camas con tejidos de felpa o lana suelen ser muy apreciadas.
• Contar con bordes elevados. A muchos gatos les gusta apoyarse en los bordes mientras duermen.
• Ser del tamaño correcto. No debe ser demasiado grande ni demasiado pequeña; el gato debe poder acurrucarse cómodamente.
Si la cama es nueva y tu gato no la reconoce como propia, prueba frotarla con una manta o prenda que tenga su olor.
- Usa feromonas o catnip
Si tu gato no muestra interés en su cama, puedes hacerla más atractiva con:
• Feromonas sintéticas (como Feliway). Rociarlas en la cama ayuda a que el gato se sienta más seguro y relajado.
• Catnip o valeriana. Algunos gatos reaccionan positivamente a estas hierbas y se sienten atraídos a la cama si están presentes.
• Juguetes o premios. Dejar juguetes cerca de la cama o colocar algunos snacks en ella puede motivar al gato a investigarla.
- No lo fuerces a usarla
Un error común es intentar colocar al gato en la cama a la fuerza. Esto puede hacer que la asocie con una experiencia negativa y la evite aún más. Es mejor dejar que la explore y decida por sí mismo usarla.
- Crea asociaciones positivas
Si el gato se acerca o se sube a la cama, refuerza el comportamiento con caricias, premios o palabras suaves. Esto le hará asociar la cama con experiencias agradables.
Si se acuesta en ella aunque sea por unos segundos, celebra el comportamiento positivamente para que lo repita en el futuro.
- Ajusta la temperatura
Los gatos buscan lugares cálidos para dormir. Si la cama está en un sitio frío, intenta:
• Colocarla cerca de una fuente de calor (sin riesgos).
• Añadir una manta extra suave.
• Evitar corrientes de aire.
En climas fríos, algunos gatos prefieren dormir en superficies acolchonadas que retienen mejor el calor.
- Respeta sus preferencias de altura
Algunos gatos prefieren dormir en el suelo, mientras que otros se sienten más seguros en lugares elevados. Si tu gato prefiere descansar en superficies altas, coloca la cama sobre un mueble seguro.
Si le gusta esconderse, prueba una cama tipo cueva o iglú, que le ofrezca más privacidad.
- Evita la competencia con otras superficies favoritas
Si tu gato ya tiene un lugar favorito para dormir, como el sofá o tu cama, puede ser difícil que use su propia cama. Para ayudar en la transición:
• Coloca su cama en el lugar donde suele dormir. Una vez que la use con frecuencia, puedes moverla gradualmente a otro sitio.
• Haz su cama más atractiva con mantas y olores familiares.
• Si no quieres que duerma en ciertos lugares, evita recompensarlo cuando lo haga.
- Rotar la cama si no la usa
Si después de varios días el gato sigue ignorando la cama, prueba cambiarla de ubicación. A veces, un simple ajuste en el lugar puede hacer la diferencia.
Otra opción es probar diferentes tipos de camas. Algunos gatos prefieren superficies duras y frescas en verano y más acolchonadas en invierno.
- Sé paciente y constante
Cada gato tiene su propia personalidad y puede tardar en aceptar cambios. Algunos necesitan más tiempo para acostumbrarse a una nueva cama. Lo importante es ser constante y respetar sus preferencias.
Errores comunes al intentar que un gato use su cama
• Forzarlo a usarla.
• Colocarla en un lugar poco atractivo o incómodo.
• No lavar la cama regularmente. Si huele mal, el gato puede rechazarla.
• Usarla como castigo. Si el gato asocia la cama con algo negativo, la evitará.
Cada gato tiene sus propias preferencias, y lo más importante es observar qué le gusta y adaptar la cama a sus necesidades. Con una buena ubicación, comodidad y asociaciones positivas, es muy probable que tu gato termine aceptando su cama y la use con regularidad.
Si después de probar varias estrategias tu gato sigue sin usar su cama, no te preocupes. Algunos gatos simplemente prefieren otras superficies, y siempre que duerman en un lugar seguro y cómodo, no hay motivo de preocupación.